Sesgo del contable mental. En la asignación de activos, todas las cestas de huevos son iguales.

 

Sesgo de contabilidad mental es un patrón cognitivo por el cual los individuos agrupan sus activos en varias cuentas mentales y asignan subjetivamente diferentes valores a cada una. Crear varias capas, una para cada objetivo de inversión o apetito por el riesgo, dentro de una sola cartera ignora las correlaciones entre los activos individuales y resulta en rendimientos de cartera subóptimos. Descubra si es propenso al sesgo de contabilidad mental y en qué medida afecta sus decisiones de inversión con PRAAMS BehaviouRisk.


Economía conductual. ¿Qué es el sesgo del contable mental?

Este es un patrón psicológico en el que un individuo tiende a agrupar sus activos en varias cuentas mentales y les asigna subjetivamente diferentes valores a cada una. y les asigna subjetivamente diferentes valores a cada una. Por ejemplo, una persona puede categorizar su riqueza por su origen (salario, bono, herencia, pago de seguros) o objetivos de inversión (ocio, ahorro, necesidades básicas). or investment objectives (leisure, savings, basic needs). Otro ejemplo es tratar ciertas sumas de dinero como "fáciles de conseguir": dinero encontrado, regalos, ganancias de lotería o de casino, etc. Etiquetadas como tal, las personas están más inclinadas a gastarlas más rápido y con menos preocupaciones, y a apostar con este dinero en una idea de operación más arriesgada con más facilidad y arrepentirse menos si la apuesta no gana. ¡Fácil llega, fácil se va! Otro ejemplo de contabilidad mental es cuando un individuo es menos propenso a comprar algo si se ve obligado a pagar en efectivo en lugar de con una tarjeta de crédito. La categoría mental del "dinero de la tarjeta de crédito" se considera como dinero del futuro, mientras que el "dinero en efectivo" se considera como dinero actual, generalmente percibido como más valioso. La etiquetación del dinero no tiene sentido: $1 es $1 independientemente de la cuenta mental artificial en la que se deposite.


¿Cuáles son las consecuencias y los riesgos de inversión?

El primero es crear carteras estratificadas, es decir, dividir mentalmente la cartera en varias capas, cada una dirigida a una estrategia y apetito de riesgo diferente. Por ejemplo, la primera capa busca la preservación de la riqueza, la segunda, una apreciación de capital agresiva y la tercera, una apreciación de capital moderada y un flujo constante de ingresos. Una contabilidad mental fuertemente pronunciada hace que un inversor considere estas capas como no relacionadas, ya que cada una apunta a diferentes objetivos financieros. Sin embargo, el enfoque estratificado ignora el hecho crucial de que los activos en estas capas pueden correlacionarse y así compensarse entre sí a nivel combinado o de cartera. Por ejemplo, la caída en el valor de una capa puede compensar las ganancias de otra capa, lo que hace que el rendimiento de la cartera no sea óptimo.

Otro tipo de estratificación se relaciona con el uso previsto de los fondos de la gestión de carteras. Muchos inversores, por ejemplo, tratan una capa de su cartera como destinada a la pensión, otra para pagar deudas universitarias y una tercera para ingresos actuales.

El tercer tipo de estratificación trata los rendimientos de dividendos o cupones y los rendimientos de apreciación de capital de manera diferente. Un inversor con el objetivo de preservar la riqueza se centra en preservar el capital y tiende a gastar los dividendos y cupones. Del mismo modo, un inversor que se centra en una estrategia de ingresos actuales tiende a preferir instrumentos que paguen dividendos o cupones altos y, como resultado, se fuerza a sí mismo a invertir en instrumentos de mayor riesgo donde el capital está en mayor riesgo.

El cuarto tipo de estratificación se trata de tratar la inversión inicial y los rendimientos obtenidos de manera diferente, como en el efecto "fácil llega, fácil se va" mencionado anteriormente. Es típico que este tipo de inversor realice inversiones de mayor riesgo a medida que se acumulan los rendimientos y su riqueza total crece. Este inversor siente que ha estado haciendo las cosas bien y ha ganado lo suficiente como para asumir apuestas más arriesgadas.

La estratificación ignora las correlaciones entre los activos individuales, empeorando el rendimiento total de la cartera. La ciencia del comportamiento tiene razón al afirmar que la estratificación no tiene bases racionales. En consecuencia, realizamos un análisis de riesgos de los activos individuales y evaluamos sus correlaciones a nivel de cartera, ya que ambos son críticos.

 

¿Qué puedo hacer para que mi cartera sea más eficiente?

Dividir tu riqueza o cartera de inversión en capas no tiene sentido e incluso puede ser perjudicial. Es sabio reconocer esta tentación en las primeras etapas y llegar a un acuerdo con ella. Es el rendimiento total de la cartera lo que importa, nada más. La diversificación es una de las estrategias fundamentales necesarias para lograr rendimientos de cartera estables y predecibles. Además, es sabio recordar que $1 siempre es $1 independientemente de su origen, uso previsto o nivel de riqueza de uno. Una ganancia de lotería de $100 es igual al cheque de regalo de cumpleaños de $100 de tu abuela, y su valor es el mismo ya sea que tengas una cartera valorada en 10 mil o 10 millones.